En plena Edad Media un hombre viaja junto con su familia de ciudad en ciudad en busca de trabajo. Cuando la mujer, embarazada, dé a luz y muera en medio del bosque, los restantes miembros abandonarán al pequeño dado que no tienen con qué alimentarlo.
Tiempo después, el patriarca de la familia encontrará el trabajo con el que siempre había soñado: construir una catedral, lo que hará en las tierras de Kingsbridge. A partir de entonces asistiremos a la vida de cada uno de los miembros de la familia y de otro montón de personajes, por un amplio periodo de tiempo. Pero no seré yo quien dé más detalles de la historia, jajaja.
La novela que nos ocupa es una de las más largas que he leído hasta la fecha, llegando casi a la extensión de 'It' o 'Apocalipsis', ambas de Stephen King. A pesar de ello, hemos de tener claro que no se hace para nada pesada y que incluso una vez vayamos llegando al final podemos experimentar una sensación de tristeza porque se nos va a acabar... Con eso creo que todo queda dicho, jeje.
La temática ya de por sí es bastante llamativa. De la mano del autor viajamos a un tiempo lejano, lleno de señores y vasallos, de creencias religiosas y curiosas costumbres, con una forma de vida en modo alguno comparable con la que llevamos nosotros en la actualidad pero que sin embargo está envuelta en un halo de magia y belleza al que pocos son capaces d resistirse. Y es que al menos para mí no hay otra época histórica más atractiva sobre la que leer.
Con respecto a la dinámica de acontecimientos, sólo puedo hablar cosas positivas. Desde el primer momento se están sucediendo hechos interesantes y de relevancia que nos atrapan. Además, dado que están escritos de una forma clara y sencilla, apta para todos los públicos, se hace muy amena y desde luego se logra que la lectura sea rápida y agradable, sin encontrar excesivos contratiempos que nos hagan más lenta la tarea.
Además, la historia está llena de personajes dispares con los que podemos identificarnos o bien odiarlos, y que con el paso de las páginas se iran convirtiendo en conocidos nuestros y no simples personajes.
A lo largo de toda la novela nos encontramos con abundantes diálogos y una acción constante, lo que como digo hace que sea muy dinámica. Además, las descripciones son someras y sólo nos aportan lo imprescindible para que nos hagamos una idea de los lugares y situaciones, y que seamos nosotros mismos los que rellenemos esas lagunas de información que quedan a nuestro gusto. He aquí la magia de la lectura, que permite que cada persona que lea la novela se cree su propia película en su mente, diferente a cualquier otra y todo ello a pesar de que las palabras que se han leído son exactamente las mismas.
Si hay algo que dio que hablar en su momento y aún hoy día se produce son las críticas que hacen referencia a la fidelidad conque se describe el contexto histórico y los sucesos que se van produciendo. No voy a entrar en esa discusión, pero sí quisiera señalar que aunque inevitablemente debe tener errores (ninguno de nosotros estaba por allí en la época en la que nos encontramos), esto sólo es una novela, no un tratado de historia, por lo que su primer objeto es entretenernos y hacernos pasar un buen rato. Objetivo que consigue sin lugar a dudas.
Con respecto al libro como tal, se trata de un volumen grueso que podemos encontrar en tapa dura a unos veinte o veinticinco euros, pero que resulta mucho más interesante en edición de bolsillo (toda una ironía cuando pesa un kilo y abulta más que un bolso, jajaja). Esta opción nos puede costar en torno a los diez euros, lo que no está nada mal teniendo en cuenta las ventajas que nos aporta.
Desde mi punto de vista se trata de un libro que nos cuenta una historia bellísima, que nos hará pasar unos ratos estupendos buceando entre sus páginas y que desde luego merece la pena ser leído, por lo que lo recomiendo totalmente.
