viernes, 29 de octubre de 2010

Montando la bala: terror en estado puro

Voy a hablar a continuación de un libro que leí hace algún tiempo y que se llama 'Montando la bala', del escritor Stephen King. Más que un libro es un relato, de unas 90 páginas, en el que se nos cuenta una extraña historia.

Un chico que viaja camino de una ciudad lejana, con objeto de visitar a su madre enferma, hace autostop... hasta que una noche cualquiera lo recoge alguien muy especial. Alguien que le helará la sangre en las venas y que le hará arrepentirse de haber aceptado el viaje... pero ya será demasiado tarde para dar media vuelta.
  
Los relatos son un tipo de texto que no siempre me gustan. Depende. De primeras prefiero una novela larga, en la que se puede desarrollar una historia más o menos compleja con una serie de historias paralelas que le dan mayor contenido. Pero a veces nos encontramos con historias pequeñitas, que no dan mucho de sí, y que se cuentan en unas pocas páginas. No se necesita más, pero se corre el riego con ellas de que cuando más cómodo nos sentimos en la historia se terminan, muchas bruscamente, dejándonos con un sabor agridulce en la boca. Así me ha pasado con muchos relatos que, a pesar de ser buenos, me dejan un poco contrariado porque no son como esperaba en un principio. Lo bueno que tiene es que permiten una mayor flexibilidad a la hora de leer, pues al ser más breves nos podemos leer uno o varios de una 'sentada'. Claro que resulta extraño terminar con uno y empezar inmediatamente con el siguiente, que ya no tiene nada que ver.

En este caso podemos encontrar este relato de dos formas: una, como libro independiente, delgado y rápido de leer, y que en edición de bolsillo, de Plaza y Janés, ronda los 4-5 euros, o formando parte de un libro de relatos llamado 'Todo es eventual', en el que es sólo una pequeña parte de todo el libro. También de la misma editorial, pero mucho más grueso. Eso sí, el formato original fue como ebook, para descargarse de internet, y fue un éxito de descargas durante los primeros días.

El relato como tal me gusta. Como digo es breve, se lee en cosa de tres horas o así y nos adentra en una situación límite, muy original y diferente a lo que podemos encontrar en otro tipo de relatos. Es algo que me llama mucho la atención, la originalidad que se comprime en tan pocas páginas.

Los personajes son muy pocos, la escena transcurre en un periodo de tiempo breve y la tensión que vamos a sentir de principio a fin no es nada desdeñable. Cuando empecé a leer pensaba que no sería gran cosa, pero la verdad es que me enganchó y no pude levantar la vista del libro hasta que lo terminé. Es interesante y la trama se va volviendo más y más intensa con el paso de los minutos, hasta llegar a una situación en la que se necesita saber de una buena vez cómo acaba todo.

La forma de escribir es muy típica de King, con un lenguaje muy sencillo y directo, sin meterse en descripciones largas que no llevan a ninguna parte y que sólo sirven para aburrir y llenar páginas y páginas de paja innecesaria. No hay apenas diálogos, porque todo es relatado por el protagonista, pero no se hace para nada aburrida. En algunos momentos puede parecer confusa y dar la sensación de que el que ha escrito esto se ha ido volviendo loco por momentos, pero la verdad es que deja muy buena sensación y a mí me ha gustado bastante.

Y como se lee en un rato, no resulta aburrido ni pesado, sino todo lo contrario.

Eso sí, no es el mejor relato que tiene, los hay con más chicha. Pero no está nada mal, desde luego, y para pasar un ratito bueno viene genial.

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